Barranco El Buchal

RUTA SENDERISTA POR EL BARRANCO EL BUCHAL  SIERRA DE LANAJA  12-2-2023

Si alguien creía que en Los Monegros no tenemos bosques no tiene más que darse una vuelta por este mítico barranco de la sierra de Lanaja, un barranco muy interesante por su belleza, su valor botánico, geológico y paisajístico Su nombre probablemente procede de los numerosos y preciosos “buchos” o bojes(de boj: Buxus Sempervirens sp) que salpican todo el recorrido. Además en la parte alta del barranco también nos encontramos con otro “mini-bosque”, en este caso de robles. Sabinas, pinos, madreselvas, hasta ephedra utilizada en muchos medicamentos, nos fueron acompañando a lo largo del recorrido. Unos 12 km más o menos

La ruta comienza en Peñalbeta, un conjunto de aldeas que se asemeja a un pueblo. Joaquín Ruiz en su web  Os Monegros nos cuenta que :

Algunas aldeas sirvieron de posadas de arrieros y viajantes del antiguo camino Real de Zaragoza y en otras se intercambiaban los caballos de carruajes para que resistieran el largo trayecto antes de atravesar la sierra de Alcubierre. En lo alto de la sierra se encontraba “El peaje”, donde estaban los percherones, caballos que por su fuerza o temperamento servían para arrastrar grandes pesos y ayudaban a subir carruajes por Val Zaragoza.

Cerca del Buchal está la aldea Lorda, cuya familia arregló la aldea después de la muerte de Mariano Gavín, el bandido Cucaracha. La rehabilitación fue muy ostentosa, superior a las posibilidades de la familia, dando pie a habladurías, pues la gente chismorreaba que quizá encontraron, en la vieja aldea, el último botín del Cucaracha y con él pagaron las obras.

 Aunque empezamos con una buena rosada que decoraba toda la vegetación,  el sol nos acompañó en cuanto salimos del barranco y comenzamos el regreso atravesando diferentes canteras de donde salieron la mayoría de las piedras con las que se construyeron muchos pueblos de colonización y diferentes masadas y parideras desperdigadas por todo el monte, la mayoría abandonadas en la actualidad.

Y para terminar vermú al sol  en el hogar del jubilado de Lanaja ¿se puede pedir más?

Cruz Ullod