Reseña San Caprasio

SALIDA A SAN CAPRASIO
Y por fin llegó el día. Después de unos meses muy duros el grupo senderista se puso en
marcha de nuevo. La primera salida ha sido hasta la cima de San Caprasio, a 834 metros
de altitud, en la cota más alta de la sierra de Alcubierre. Partimos desde la caseta de
los cazadores de Lanaja y atravesando el sendero del mismo nombre pudimos disfrutar
de los olores y colores de esta primavera tan lluviosa. Romeros, tomillos, aliagas, pinos,
carrascas…fueron nuestros compañeros durante la ascensión hasta la cumbre de San
Caprasio o San Garapasio. Por estos andurriales corría el Cucaracha y sus secuaces en la
segunda mitad del s. XIX hasta que fue abatido por la Guardia Civil en el corral de
L`Anica en el término municipal de Lanaja.
Una de las especies más curiosas que pudimos ver es la “ferula communis” , un arbusto
perenne que puede llegar hasta los 3 m. de altura, de flores amarillas, tóxico para el
ganado especialmente ovino.

Desde la cima se tiene una vista privilegiada de la sierra y de una de sus mayores
alturas, Monte Oscuro, por donde anduvo durante la Guerra Civil el escritor George
Orwell, y donde todavía se conservan intactas muchas trincheras.
Hay muchas leyendas sobre San Caprasio, pero la más popular es que San Caprasio
cuidaba ganado en la Sierra de Guara -muchos dicen que de cabras por su nombre-
hasta que un día decidió hacerse monje, cogió su cayado y lo lanzó tan lejos como
pudo, yendo a parar a la Sierra de Alcubierre. En el sitio donde cayó el bastón
surgió una fuente y en las inmediaciones se puso la ermita. ​ Excavadas en lasblandas margas y areniscas, se encuentran debajo del santuario unas cuevas que
fueron ocupadas hasta hace poco por ermitaños. El último de ellos vive en la
actualidad en Farlete .
Después de reponer fuerzas regresamos por el barranco de Valongera, atravesando
bosquecillos de madroños, encinas, carrascas, arces de Montpelier e incluso
robles, algo insólito en estas estepas monegrinas.
Un total de 14 km y casi cuatro horas disfrutando de​ la naturaleza y apreciando lo
valioso que es poder sentirse por fin en libertad. ¡A por la próxima